La felicidad no está en los años, meses, en las semanas, ni siquiera en los días.
Sólo se la puede encontrar en cada momento. "Hoy es el mañana del ayer…”
Además la vida siempre tiene derecho a sorprendernos, tenemos que aprender a vivir el presente sin ninguno de los traumas del pasado ni las expectativas del futuro.
Recordemos que la Felicidad no es una meta, sino un trayecto.
Disfrutemos de cada momento como si en él se combinaran nuestro pasado, presente y futuro.
Sólo existe un eterno aquí y ahora fluyendo y nosotros fluimos con él.
El disfrute sólo puede ser en el aquí y el ahora, ya sea de algo del pasado, del presente o del futuro.
“La cosa más divina (y difícil) que hay en el mundo es vivir cada segundo como nunca más”.
Con amor, namaste, Daniel.
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