Mientras mantengamos odios y resentimientos en nuestros corazones, nos será imposible ser felices. Lo maravilloso del perdón no es que libera al otro de su eventual culpa, sino que nos libera a nosotros de una esclavitud con el otro.
La vida es muy bella como para que nos anclemos a sentimientos negativos que hagan penoso nuestro camino por ella...
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