La realidad está construida con nuestros pensamientos que son producto de la ilusión de nuestros sentidos tratando de explicar lo que se presenta a su evaluación.
Nuestros sentidos nos hacen creer que las cosas son sólidas, pero los átomos que forman las moléculas que componen nuestras células así como los átomos que plasman la materia que perciben nuestros sentidos, son un inmenso espacio vacío con partículas vibrando en él.
A su vez esas partículas que están manifestándose en un infinito espacio son fluctuaciones de energía e información que están y no están y encierran todas las posibilidades de ser o no ser.
Son nuestras consciencias, apreciando a través de nuestros sentidos una parte muy limitada del plano existencial manifestado del infinito campo de energía existente, las que construyen el plano de existencia física de ese mundo.
El amor es la energía vibrando hacia la luz, mientras que el miedo es la energía vibrando hacia la oscuridad.
Nuestro corazón es el centro magnético de nuestros cuerpos y cuando vibra afecta a todas las células y átomos que los componen. Cuando vibra en la frecuencia del amor, transmite altas vibraciones a todo lo que nos rodea y, por lo tanto, produce cambios positivos hacia la luz en el campo de la vida manifestada.
Cuando vibramos en la baja frecuencia del miedo transformamos nuestro entorno hacia la oscuridad, hacia la ausencia de vida manifestada.
Está en nuestro libre albedrio elegir en que energía queremos vibrar.
¡Qué todos los seres tengamos un día pleno de luz, amor, paz, salud, alegría, riqueza y armonía!
Con amor, namaste, Daniel..
No hay comentarios:
Publicar un comentario