martes, 18 de enero de 2011

Para sentir...Aquí y ahora


 
Siente este momento

Trata de detener tu mente y sólo dedícate a sentir este momento en el lugar en que te encuentras, siente tu respiración…, como el aire entra dentro de ti y sale.

Dónde estás es el aquí y el momento es el ahora. Detén tus pensamientos y disfruta el AQUÍ y el AHORA.

Lo más probable es que al querer detener tus pensamientos una avalancha de ellos lleguen a tu mente, no los rechaces, simplemente obsérvalos y verás cómo se diluyen…, si te resistes a ellos les das energías para que se hagan más fuertes. No les hagas caso, siente tu respiración…, inspira, espira… inspira, espira…inspira, espira.

Siente la plenitud de éste momento. Ten presente que una vez que pase no volverás a vivirlo nunca más. No lo estropees con pensamientos o emociones negativas. Afirma: …YO SOY AMOR, YO SOY ALEGRÍA, YO SOY RIQUEZA, YO SOY PAZ, YO SOY SALUD…y en cada espiración irradia AMOR, ALEGRÍA, RIQUEZA, PAZ, SALUD por todo el mundo.

Aprovecha al máximo cada instante de tu vida. Tener pensamientos positivos y constructivos en este instante determina un futuro constructivo y positivo.

Lo que haces o piensas en cada momento no sólo afecta dicho momento sino que determina los momentos futuros.

Pensamientos y emociones positivas te hacen vibrar atrayendo experiencias positivas a tu vida.

ÁMATE, si no empiezas por amarte a ti mismo… ¿Cómo puedes llegar a amar a los demás?

No importa cómo estés, tus pensamientos pueden llegar a cambiarlo todo, lo más importante lo tienes, ESTÁS VIVO, y mientras haya vida todo es posible.

…YO SOY AMOR, YO SOY ALEGRÍA, YO SOY RIQUEZA, YO SOY PAZ, YO SOY SALUD, YO SOY ARMONÍA…¡¡¡YO SOY EN EL AQUÍ Y EL AHORA!!!

El pasado ya pasó, el futuro nadie lo sabe, sólo existe el presente que se llama así porque es un regalo que te hace la vida para que crezcas como ser humano. Vívela lo más conscientemente posible, siéntela desde lo más profundo de ti y llévala siempre a flor de piel, irradiando a todo y a todos, disfrutando de cada momento que te toque vivir.

Con amor, namaste, Daniel.

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